Asistentes: Bixen, Joxe, Miguel y Txutxo. Total (4)
Hoy estábamos a medio gas, hay pueblo y nietos y eso reduce el grupo. Pero no nos rendimos.
Llegamos a Lantz y buscamos la posada para aparcar con abundante sitio. Y el chófer nos hizo un "Jesús" haciendo honor al chófer titular.
Queríamos una salida suave, después de unos días vagos nos asustaba hacer mucho desnivel.... pues toma ya. Nos salió una excursión no muy suave, bien de kilómetros y buen desnivel.
Cuando llegamos a Lantz hacía frío, estaba muy nublado y gris, con nieblas en las cimas. Conforme avanzó el día las nieblas se fueron y el frío se convirtió en fresco.
Hicimos el recorrido al revés del track, decisión del jefe, es lo que toca, hacer algo diferente.
La salida del pueblo te lleva por un camino muy claro, a la orilla de la regata, hasta llegar a un puente que la cruza. Desde aquí empezamos el ascenso por el bosque de hayas con un camino ancho que te lleva a las antiguas minas. Visitamos las cuevas que quedan, retrocedimos un poco y empezamos un ascenso sin camino siguiendo la orientación del track. Nos costó un poco enganchar con el camino de ascenso, pero a partir de aquí todo fue más fácil.
El camino estaba muy claro. Sólo se perdía en algunas zonas que nos encontramos con helechales, algunos de bastante altura pero sin garrapatas.
En algunos tramos del bosque nos salíamos del camino para alcorzar y engancharnos al track más adelante sin dar rodeos.
A pesar de hacer casi toda la excursión por bosque, hoy no tuvimos suerte con los hongos, sólo encontramos uno y alguna ziza ori.
Hoy era una gozada pasear por el bosque. Al comienzo de la mañana todavía había algunos tramos con niebla que daba un aire misterioso a las hayas, parecía que podía aparecer Basajaun.
Todo el recorrido, excepto alguna cima que tenía rocas, lo hicimos pisando las hojas secas de las hayas.
Nos sorprendió la cantidad de brezo en flor que vimos y olimos en varias zonas, y las numerosas dedaleras.
Aunque hicimos siete cimas, los sube y baja no eran exigentes. Las hicimos muy cómodamente.
Las nieblas de los alrededores no nos dejaron disfrutar de todas las vistas. Sólo las más cercanas.
La curiosidad fue encontrarnos en varias cimas, a modo de buzón, unas piedras pintadas y con el nombre del monte y altitud.
No necesitamos parar para comer higos, que los había, y reponer fuerzas hasta el almuerzo. Un rica tortilla vegetal pero sin vino.
Hoy nos quedamos sin cerveza, eso que teníamos el coche aparcado a la puerta de la posada. Pero nos llevamos una sorpresa al encontrarla cerrada. Así que directos a casa. Otro día echaremos dos.
Datos:
Distancia: 17,6 km.
Desnivel: 851 m.
Tiempo total: 6 h. 30'
Tiempo parados: 1 h 22'
Desde Lanz 630 m.