Miercolesmontana: 2018-12-05 Anboto (1.332 m.)

Asistentes: Bixen, Jesús, Joxe, Miguel, Patxi y Txutxo
Total: 6

Salida con día tristorrote desde Pamplona y muchas nieblas en el camino, que llegando a Gazteiz desaparecieron y el día quedó despejado.
Aunque parecía que había muchos boletos para comer por la zona, los asistentes no aumentaron.
Comenzamos en Oleta, pueblo alavés que limita con Bizkaia, en concreto con Otxandio, el ascenso al Amboto, famoso por que cuenta la leyenda que en el se encuentra la morada de Mari, o Maddi, una divinidad de carácter femenino de la mitología vasca precristiana. Los días de buen tiempo se asoma a su morada o cueva de Mari, situada en la cara este del Amboto, para peinar sus rubios cabellos con un peine de oro.
Es la personificación de la madre tierra y es reina de la naturaleza y de todos los elementos que la componen. Se presenta como una mujer de fuego que sale de su cueva para ir a otros montes de Euskal Herria, Oiz, Txindoki y llega hasta Sakana. Para morar en alguna cueva, donde recibe a sus fieles, que tienen que hablarle de tú, salir de la cueva de la misma forma que entraron y no sentarse mientras hablan con ella. Tiene el dominio de las fuerzas del clima y del interior de la tierra.
Tuvimos mala suerte al encontrarnos el camino totalmente desbrozado e instransitable por culpa de alguna saca de madera, tuvimos que andar bastante rato por terreno sucio lleno de restos de poda y zarzas.
Pasado este primer tramo el terreno cambió y atravesando robledales, hayedos y pinares llegamos a la subida seria, por zonas de hojas y piedras húmedas, con pendiente pronunciada, que nos hacía resbalar y dar los pasos con cuidado para no caer.
Una subida exigente hasta la cima, donde nos esperaba una pared que había que trepar a cuatro manos y dividimos el grupo, uno siguió y otro bajo a Zalandi, para almorzar, por el camino de subida.
Encontramos un refugio con bancos, resguardado del viento y con sol, tres requisitos necesarios para almorzar, a parte del almuerzo.
Nos juntamos los dos grupos y juntos iniciamos el descenso por la circular dibujada en algunos GPS.
Como se hizo tarde y aunque tratamos de buscar sitio para comer nos tuvimos que conformar con las cañas y bolsas de patatas de costumbre, a pesar de los intentos del camarero por indicarnos un sitio donde a esa hora, pasadas las 15:30, nos podían dar de comer.
Pero al salir decidimos ir hacia el lado contrario que él nos indicaba, que era donde teníamos la furgoneta,sin hacerle caso y seguramente se habría quedado pensando "para eso me he molestado en explicarles bien a estos jubiletas o no entienden el lenguaje de signos con el euskera".
Así que hicimos en casa, comida, merienda y cena todo junto. Como habíamos almorzado tarde, sobre las 13:00, aguantamos el viaje sin problemas, alguno incluso aprovechó y echó la siesta.
Datos:
Distancia: 14,4 km.
Tiempo total: 5 h 55'
Tiempo parados: 1 h 35'
Desnivel: 925 m.