Asistentes: Alfredo, Bixen, Ignacio, Jesús, Joxe, Miguel, Pedro y Txutxo. Total (8).
Pleno en la furgoneta, hacía tiempo que no la llenábamos. Eso que faltaba el Jefe. Está lesionado. Se apuntó luego a la cerveza y el pintxo con otro del grupo que también está en recuperación. Así cumplió con el primer cumple del año.
Salimos desde Lekumberri, junto al ayuntamiento de Larraun. Tomamos el camino del Plazaola, para caminar por la orilla del río Larraun, que no dejaremos hasta pasar los tres puentes. Intzoa, Zubidenea y Beltzuntze. La primera parte por una orilla y la segunda por la otra orilla.
Pasamos primero la presa de Mugiro, y luego el túnel del Plazaola bajo el monte Irui.
Enseguida llegamos a la presa de Ixkier, bajamos al mirador y sacamos unas fotos, viendo también las ruinas del antiguo molino de Izquer, del siglo XVI.
De vuelta al camino del plazaola, nos encontramos en una campa con unas enormes piedras de moler, actividad económica del valle en aquellos siglos. Parece que hubo tres o cuatro molinos en la zona.
Seguimos la ruta del Plazaola, y bajamos hacia el río para cruzar a la otra orilla y empezar el recorrido de los tres puentes.
El recorrido es muy suave, entre robles, hayas, avellanos y abetos. Todo ello acompañado del continuo ruido del río. Un paisaje muy relajante, para disfrutar.
En el mismo recorrido de los puentes, antes de llegar al Zubidenea, pasamos por la fuente de Iturrieta, que forma una pequeña cascada, salvada por dos trozos metálicos de andamio a modo de puente, que vienen muy bien para no mojarte.
Todo el camino por la orilla del río hemos tenido un ingrediente muy abundante que nos ha dificultado el camino, ha sido el barro que había en algunos tramos. Había que tener mucho cuidado para no resbalar y caer, el barro arcilloso se pegaba a las botas que parecía que íbamos con raquetas.
Una vez terminado el recorrido de los puentes, nada más cruzar el último, Beltzuntze, cogimos un camino que en suave y continuo ascenso nos llevó a la antigua carretera. La cruzamos y enseguida encontramos la ermita de Santa Luzía, trasladada a este lugar para construir la autovía, con una hermosa mesa y bancos de piedra que aprovechamos para almorzar. Algunos intentaron tocar la campana pero no lo consiguieron.
Seguimos en dirección de Arruiz, por el Gezalazarreko bidea, una zona de antiguas salinas, todavía se puede ver la salida del manantial de agua salada. La sal fue una fuente de ingresos muy importante en esta zona.
Aquí el camino es casi todo llano, excepto los ascensos a las dos cimas del día, con abundantes robles, destacando el centenario roble de Pagaditxar.
Entre todo el bosque hay un enorme prado que lo utiliza el restaurante Maskarada para la cría del euskal txerri, del que se abastecen para preparar su oferta gastronómica.
Limpiamos el barro de nuestras botas como pudimos y nos juntamos en Lekumberri con los dos intrusos que vinieron desde Pamplona para la primera celebración del año. Patxi y Faico.
Buenas cervezas y fritos para reponernos del esfuerzo. Un rato muy agradable, hacía mucho tiempo que no nos juntábamos tantos. Eso que aún falló alguno.
Datos:
Distancia: 13,93 km.
Desnivel: 372 m.
Tiempo total: 4 h 32'
Tiempo Parados: 52'
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Marianito, cervezas y croquetas de hongos, ahhh, y también jamón y queso
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Celebrando que nos juntamos
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El almuerzo sagrado, en la ermita de Santa Luzía
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Todavía lleva abundante agua la cascada de Ixkier
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Primera paradica de la excursión
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Con esta y la anterior salimos todos
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El túnel bajo el monte Irui
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¿Regulador? de compuertas para los molinos
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