Asistentes: Alfredo, Jesús, Joxe, Martín, Miguel, Pedro y Txutxo.
Total: (7)
Llegamos al aparcamiento de Oroz-Betelu para entrar en el pueblo y empezar la excursión. Hoy estaba en el grupo la representación de Madrid. Martín viene a la Javierada y no se pierde el miércoles que toca.
Empezamos por un camino ancho y despejado. El tiempo era frío sin viento ni amenaza de lluvia.
Fuimos ascendiendo poco a poco haciendo el recorrido al revés del track, el camino estaba muy marcado y sin barro. En esta zona abundaban los robles. Fuimos cogiendo altura y empezó a aparecer la nieve. Eran pequeñas manchas que podíamos esquivar.
Después entramos en una zona con mezcla de camino nevado, había que pisar la nieve si o si, y otros tramos limpios.
Así fuimos ascendiendo hasta que todo el camino y lo que nos rodeaba era nieve. Había que abrir camino imaginando por dónde iría, no había huellas. Aquí el track nos ayudaba para orientarnos.
No habíamos previsto tanta nieve y no íbamos preparados. Sin raquetas, sin polainas largas, y otros sin polainas. Sólo uno llevaba polainas largas.
Llegamos hasta los 1.000 m. de desnivel y el panorama no mejoraba.
La nieve lo cubría todo, no había marcas para seguir ni huellas de camino. Había que fiarlo todo al track para ir buscando el mejor camino. A la vista de la situación decidimos almorzar y regresar haciendo una circular. Teníamos que encontrar el camino de vuelta que marcaba el track.
Así lo hicimos bajando lo más directo posible por la nieve virgen con las únicas huellas visibles de algún animal que había pasado antes.
El paisaje estaba precioso íbamos por unos prados despejados en dirección al collado de Zanatz, con sol y con buenas vistas al Pirineo. No estaba el profe pero acertamos todos los montes que veíamos, Anie, La Mesa, Petretxema, Sobarcal, Atxerito, y Chinebral. Hasta ahí podíamos ver.
El descenso de la parte nevada nos costó más porque había que ir abriendo camino, pero conforme íbamos bajando, la nieve fue desapareciendo y el camino estaba claro, dirigido hacia el barranco que forma la regata de Leizibar/Lezibar
Fuimos entrando en bosque, de robles, avellanos, boj, todo mezclado con las regatas que llevaban abundante agua. Algunos tramos del camino los atravesaban las distintas regatas, había que buscar el paso mas estrecho para poder cruzarlas.
En esta parte final cambió el bosque, aparecieron las hayas, inmensas, muy altas en laderas inaccesibles, algunos decían que ahí habría mucho hongo, el problema sería subir.
La excursión fue más corta de lo previsto. Llegamos a buena hora a la furgoneta, aprovechamos para hacer la reserva y el encargo de los menudicos en Ecay.
Satisfechos, con el antojo cumplido, volvimos a casa.
Nos quedamos con la pena de no haber ido equipados para la nieve.
Las raquetas nos habrían ayudado. Otra vez será.
Datos:
Distancia: 10,5 km.
Desnivel: 540 m.
Tiempo total: 4h 31'
Tiempo parados: 47'
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Empezaba la nieve |
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Así veíamos lo que nos rodeaba |
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Un descanso para almorzar y decidir |
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La cima de hoy con el Piri detrás |
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El descenso estaba despejado |
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El comedor estaba lleno |
Haciendo huella |
Todavía no había nieve |
El musgo abundaba |
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Equilibrio en la nieve |
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Zanatz |
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