Asistentes: Bixen, Jesús, Joxe, Miguel, Pedro y Txutxo. Total (6).
Salimos de casa con un objetivo pero tuvimos que cambiarlo por la lluvia, en la misma furgoneta decidimos. Encontramos la zona de Lizarra/Estella.
Fue una excursión corta pero bonita. Una subida a Montejurra por un camino nuevo. El ascenso muy suave por zona de carrascas y robles.
Empezamos con el frío mañanero aparcando junto al club de jubilados en la plaza con una fuente centenaria con cuatro caños. Esta plaza divide los dos barrios del pueblo, el barrio alto con calles medievales y estrechas y el barrio bajo en la zona llana llamado también Arellana.
En la zona alta
del pueblo se encuentra una antigua torre atalaya. Es un edificio macizo de
cantería, construido en el año 1100 en estilo románico y que sigue los típicos
modelos de torres defensivas que articulaban los lienzos de las murallas, cuyo
ejemplo más cercano se encuentra en el cerco de Artajona. Parece que esta torre
debió de servir más para la vigilancia que para la defensa, y por su
emplazamiento y dimensiones no tuvo carácter residencial. Algunos sillares de
la puerta de acceso fueron arrancados y expoliados por desconocidos, pero
afortunadamente en el año 2004 se hizo una cuidada restauración del edificio.
Arellano
perteneció desde muy antiguo a un sobrino del rey Sancho Ramírez. Sus
herederos, los Ramírez de Arellano, ejercieron señorío sobre la villa durante
decenas de generaciones, al menos desde 1351 (Juan Ramírez de Arellano) hasta
1723 (Veremundo Ramírez de Arellano). Estos Ramírez de Arellano residían en un
soberbio palacio de cabo de armería, que vimos de lejos.Conforme avanzó la mañana el tiempo fue despejando y en algunos momentos disfrutamos del sol.
Enseguida llegamos a la fuente del toro, con abundante agua fresca que invitaba a beber. Comer no pudimos, los higos no se habían apuntado a la excursión, eso fue un chasco.
Seguimos el camino, siempre por buen terreno, cómodo, con algunos tramos embarrados, hay que tener en cuenta que el martes había caído el diluvio.
Llegamos a las antenas y punto geodésico, hicimos unas fotos, bien abrigados, soplaba un viento norte muy frío. Seguimos hasta la cima principal. Otra tanda de fotos, esta vez con fotógrafo. Uno que se ha fijado el objetivo de subir este año 200 veces a Montejurra, y esa era la segunda vez que subía esa mañana. Uffff, que pereza, repetir 200 veces.
Los otros montañeros que encontramos llegando a la cima eran más normales, algunos eran conocidos de Pamplona.
Almorzamos en la cima mismo, rica tortilla de antxoas, vino y chocolate, el menú mañanero.
Volvimos por otro camino diferente a la subida, que lo cogimos enseguida de terminar la pista de cemento y piedra que llega a las antenas.
Un descenso también suave, por camino de tierra y hierba hasta cerca de Arellano, que empalmaba con una pista hasta el pueblo.
En resumen bonita y cómoda excursión y además sin lluvia.
Terminamos pronto, a buena hora, hoy podíamos cervezear. Nos fuimos hasta Gares/Puente la Reina, para repetir las ricas croquetas de jamón y gambón.
Datos:
Distancia: 9,7 km.
Desnivel: 503 m.
Tiempo total: 4 h 11'
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