Miercolesmontana: 2020-03-04 Laturce (1.039 m.)

Asistentes: Alfredo, Bixen, Jesús, Joxe, Miguel, Patxi, Pedro y Txutxo. Total: 8

Empezamos la excursión en Ribafrecha (497 m.), aparcando al lado de las piscinas, después de un pronunciado descenso por las calles estrechas del pueblo que parecía no tener fin y que acabaríamos atascados como uno se quedó en Aibar.
Iniciamos desde aquí el ascenso hasta salir a la carretera para coger el camino que nos llevaría hasta el monasterio de San Prudencio.
Está en ruinas, el origen data de 925-950. Aunque puede que ya existiera al principio de la reconquista.
En el siglo XII se hacen cargo del monasterio los cistercienses, que le dieron mayor impulso. Quedan restos de una iglesia del siglo XII y otra del siglo XVII, y otros edificios que usaban los monjes como residencia, almacén. Tuvo hasta 28 monjes residiendo.
En 1.836 lo abandonaron por la desamortización de Mendizabal.
Cuenta la leyenda que San Prudencio había dejado escrito que al morir lo enterrase donde su mulo lo dejara. Así lo hicieron lo pusieron sobre el mulo y este subió por el monte y paró al lado de una cueva que había usado como ermitaño. Allí hicieron el monasterio. Durante muchos años estuvieron las reliquias del santo.
Luego las trasladaron a Nájera.
Vimos el monasterio desde el camino, por cierto a partir de aquí esta todo protegido por una balconada y bancos para descansar.
De aquí subimos hasta la ermita de Santiago, del siglo XVIII que estaba cerrada, para ascender hasta el Laturce. Al principio exigente y luego más tendida hasta la cruz de la cima, donde almorzamos bien de fruta, que era lo que tocaba.
No sabemos bien si más adelante estaba la cima, surgieron dudas cuando volvíamos y a simple vista parecía que había otra cima.
El descenso rápido para acercarnos al castillo de Clavijo.
Parece que el origen es musulmán y en la reconquista pasó a manos cristianas, en concreto navarras. El Rey de Navarra en 988, García Sanchez, hizo preso al conde Fernan Gonzalez y lo encerró primero en Pamplona, y luego en Clavijo. Y en 1.033 el rey navarro Sancho el Mayor donó el castillo de Clavijo, al monasterio de San Martín de Albelda.
Desde aquí iniciamos la vuelta para llegar pronto a Lodosa que nos esperaba el resto del grupo para celebrar una buena comida de grupo. Como siempre todos salimos llenos y contentos, aunque echamos en falta a los ausentes por lesiones diversas.
Datos:
Distancia: 13,5 km.
Desnivel: 646 m.
Tiempo total: 4 h 3'
Tiempo parados: 43'