Asistentes: Bixen, Jesús, Joxe, Patxi, Pedro y Txutxo
Total: (6)
Como el tiempo acompaña, el jefe propuso aprovecharlo para ir al pirineo. Y nos fuimos a Zuriza para subir el/la Quimboa alto, en la sierra del mismo nombre, que separa los valles de Gamueta y Las Eras.
Este último valle elegimos para subir.
Empezamos por una pista ancha, herbosa y llana que empieza en la misma carretera que lleva al refugio de Linza.
Enseguida hay que abandonarla y empezar a subir por el bosque. Una subida muy empinada y exigente. Algunos sólo podíamos subir mirando al suelo y resoplando, otro ojeaba los alrededores en busca de hongos. No había ni uno. Sólo vimos unas ilarracas al principio del ascenso, que cogimos a la vuelta.
Después de salir del bosque, como una hora, y acabar con la parte más exigente, el resto fue más tendido aunque el terreno también cambió y era más pedregoso. Fuimos ascendiendo poco a poco hasta llegar a la primera cima de la sierra de Quimboa, donde nos planteamos si seguir hasta el Quimboa alto o almorzar y volvernos, porque estábamos justos de tiempo para llegar a buena hora a comer. Hicimos una solución salomónica, retrasamos en el restaurante la hora hasta las 15:15 y así nos daba tiempo de hacer la cima prevista.
Después de una bajada corta de la tatxuela, comenzamos el ascenso final hasta la cima del Quimboa alto.
Las vistas espectaculares, por el lado sur, Alanos, Peña Forca, el valle de Tatxera, Petraficha, Espelunga, Ezkaurre, etc. y por el norte, Acherito, Chinebral, Gorreta de los gabachos, y hasta el Midi, todos ellos con restos de nieve en las laderas.
El almuerzo con esas vistas es todavía más sabroso si cabe. Terminamos toda la tortilla y casi todo el vino, eso que faltaba uno que siempre ayuda con la tortilla. Para acabar el vino faltaba otro.
El descenso fue rápido, había que cumplir con el horario para la comida, y parte lo hicimos por distinto camino a la subida, bueno esto es lo normal.
Recogimos las setas que habíamos visto a la subida y directos a comer, esta vez sin lucimiento del equipo de natación. Eso que la poza esta libre de vacas y .acas.
Llegamos a comer a la hora prevista, 15:15 y teníamos reservada una mesa en la calle. Aunque hacia algo de fresco, no comimos dentro porque sabíamos que cuando empezásemos a comer entraríamos en calor. Y así fue. Del frío que hacía, cuando empezamos a comer, hicimos dos viajes a la furgoneta para coger toda la ropa de abrigo que teníamos en las mochilas. Ropa para poner de la cintura para arriba, forros, txalekos, cortavientos, etc. Alguno tuvo problemas de la cintura para abajo, en fin, pantalón corto y sandalias. Pero aguantamos.
Viaje de vuelta, alguna siesta en la furgoneta, y otra excursión a la buchaka.
DATOS:
Distancia: 12 km.
Desnivel: 1.033 m.
Tiempo total: 5 h. 30'
Tiempo parados: 1 h 24'
Salimos de 1.270 m.
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Una cima con frescura |
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Las vistas también con frescura |
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El buen tiempo nos dejaba buenas vistas, por el norte... |
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Y por el sur |
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Estrenamos el segundo trípode, eso sí, tenía buen precio |
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Con el bípode salimos todos menos el que se esconde |
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Hasta la mascarilla abriga en la garganta |
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¿Quién dijo frío? |
Aquí entrábamos en calor subiendo |
Hubo momentos de calor |
Andar en la nieve sigue siendo una tentación irresistible |
Otras veces una obligación |
La cima |
En dirección a la cima |
Almorzando y disfrutando del vino y de las vistas |
Hasta el Midi se veía |
El fotógrafo no necesitó correr para estar alejado |
En las zonas rocosas había que bajar cuidando las rodillas |
La única parte llana |
Hongos no, setas sí. |
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