Asistentes: Joxe, Miguel, Patxi y Txutxo. Total (4)
Una excursión por las Callejas desde el paraje de Beunda, al que se accede por el puerto de Otzaurte.
Llegamos y todas las cumbres estaban con niebla. No lo esperábamos tan cubierto. Nos acompañó casi toda la mañana. Fue despejando durante el almuerzo, cuando ya habíamos hecho cima.
Las Callejas es una zona rocosa que te encuentras al salir del bosque treinta minutos antes de llegar a la cima. Sólo se puede acceder por una brecha en la formación caliza. No tiene mayor dificultad de paso, pequeñas trepadas, pero hay que encontrar las señales que te llevan hasta el paso, que son pocas y muy distanciadas. Es una formación de rocas que crean una especie de
pasillos con esas hierbas altas. Esta parte fue la más cómoda de
toda la ascensión.
Durante toda la ascensión tuvimos una niebla, que le daba al bosque un aire misterioso y bonito.
En realidad todo el ascenso por el bosque tenía dos dificultades, una, que las señales estaban muy separadas y era muy fácil desviarse de la dirección, teniendo que rectificar unas veces subiendo más y otras descendiendo.
La otra era el fuerte y largo desnivel. El track ya avisaba que el ascenso ponía los meniscos "al pil pil". Los meniscos aguantaron bien, pero la fatiga del ascenso algunos la sufrieron más que otros.
Conforme avanzamos en el ascenso, se fueron formando dos pelotones, uno avanzado, el del ala dura, y otro el del ala blanda, o coche escoba. Eso hizo que el ritmo del ascenso fuese más lento por la solidaridad. Fuimos practicando el "alabamos".
Los primeros buscaban parar en las pocas y pequeñas zonas algo llanas para no resbalar. El suelo eran hojas y ramas secas abundantes, con piedras sueltas bastante resbaladizas por el musgo. Había que buscar bien el sitio donde poner el pie con una pendiente constante y muy pero que muy empinada.
Era una zona con mucha humedad. Sudamos bien la camiseta, la temperatura no era alta pero
la humedad del ambiente y el esfuerzo nos obligaron a cambiarnos de
camiseta en la cima, las teníamos empapadas y nosotros literalmente chorreábamos sudor.
Almorzamos de lujo en un abrigo de la cima. Desde aquí descenso. Nos extrañó que nos faltaban unos 120 m. de desnivel para llegar a lo que marcaba el track. Fuimos bajando por camino marcado y más llevadero que el que habíamos hecho en el ascenso.
Todo fue cuesta abajo hasta que llegamos a la zona donde estaban los metros que nos faltaban. Un camino ancho en ascenso continuo muy cómodo para andar, como si fuese una pista forestal, pero muy largo. Así completamos el desnivel que nos faltaba.
Al final llegamos a la calzada romana y a la ermita de San Adrian. Hicimos unas fotos y seguimos nuestro camino.
Satisfechos y cansados, pero había merecido la pena.
No pudimos comer en Otzaurte, estaba cerrado por vacaciones. Así que tuvimos que improvisar y dirigirnos a Arbizu, al Izar Ona. Tuvimos la suerte de que daban hasta la 15:30. Buena comida y abundante. Y de vuelta para casa.
Datos:
Distancia: 12,14 km.
Desnivel: 828 m.
Tiempo total: 6 h. 2'
Desde 769 m.
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