Asistentes: Alfredo, Alvaro, Bixen, Faico, Jesús, Joxe, Miguel, Patxi, Pedro y Txutxo
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Hoy hicimos dos grupos, los que teníamos mochila, que fuimos al monte, y los que se les había olvidado en casa, que hicieron una excursión más suave. Estos hicieron la ruta de los pantanos, parando en los distintos miradores, como el día era claro y despejado disfrutaron de lo lindo.
Los que teníamos mochila, empezamos la excursión en Vidrieros. La mañana era fresca, parecía un buen día para andar.
Fuimos entrando en terreno llano y viendo como las cimas se cubrían de nieblas.
El ascenso empezó suave por camino muy marcado hasta llegar a la zona pedregosa. Aquí el camino se confundía, parecía que había varios para elegir. La piedra suelta empezó a ser abundante y la pendiente cada vez más inclinada.
Conforme ascendíamos la niebla parecía que soltaba más agua, tuvimos que usar los txubaskeros y ponernos guantes, empezó a soplar un viento muy frío que incomodaba la marcha.
Cuanto más subíamos, más viento y agua teníamos. Así que a la altura de 2.000 m. decidimos volvernos, cuanto más subíamos, el tiempo parecía que empeoraba. Frío, viento y lluvia hicieron que decidiéramos dar la vuelta, sin llegar al objetivo.
Abajo en el valle se veía el sol y nosotros estábamos acompañados por una niebla permanente.
El descenso los hicimos por el mismo camino hasta llegar a las furgonetas. Aquí nos reunimos con el resto del grupo, para comer juntos.
En el pueblo preguntamos para poder comer en algún merendero, pero todos nos dirigieron al pueblo anterior, al asador La montaña.
Pedimos permiso para poder comer nuestra comida sentados en las mesas del bar. Así dimos cuenta del rico lomo con pimientos o tomate que nos había preparado nestro chef particular. Para postre teníamos queso con una mermelada de higo preparada también por el chef. Todo riquísimo, de aquí al café, sólo nos negaron quemar el carajillo, nos dieron opción de quemarlo con la vela que tenía la virgen en su altar. Así se quedó, sin quemar.
Como no pudimos terminar la excursión prevista para la mañana, salimos hacia el valle de Tosande, entre Cervera y Guardo.
Este valle está dentro del Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre.
El objetivo era ver la fammosa Tejeda de Tosande, un conjunto de más de 700 ejemplares de tejos, algunos milenarios con diámetros entre 1 m - 1,5 m. y alturas de hasta 15 m.
Fue una excursión muy bonita, la primera parte toda llana, que permitió que fuéramos todo el grupo, incluidos los de sin mochila.
Desde aquí salió la idea de encargar la cena con un plato típico de la zona, y en el mismo restaurante que cenamos el primer día, nos prepararon un abundante cocido con todos los sacramentos.
Los que llegamos hasta arriba pudimos disfrutar de un paisaje único y espectacular, no paramos de sacar fotos de los tejos.
De vuelta al hotel para llegar a cenar a la hora acordada. Una cena contundente, casí como las garbanzadas de Corella.
De aquí a dormir, algunos a ver la luna llena para hacer algo la digestión antes de acostarse.
Datos ascenso Curavacas: (por la mañana)
Distancia: 7,2 km.
Desnivel: 620 m.
Tiempo total: 3 h 40'
Desde Vidrieros: 1.383 m.
Datos de la Tejeda: (por la tarde)
Distancia: 10,5 km.
Desnivel: 380 m.
Tiempo total: 3 h. 10'
Desde 1.083 m.
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Comiendo nuestros taper |
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Un bonito reencuentro con los bosques |
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Paseo entre los tejos |
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Todo tejo |
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Algunos muy retorcidos |
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Dos amigos |
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Toda una cuadrilla |
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Aquí otra |
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La luna y la torre |
Esta foto es de la mañana camino del Curavacas, de momento buen tiempo |
El grupo al empezar la Tejeda |
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