Miercolesmontana: 2023-05-31 Deba-Mutriku-Ondarru-Flysch de Saturraran

Asistentes: Bixen, Jesús, Joxe, Miguel, Patxi, Pedro y Txutxo.

Total: (7) .

Hoy estaba en la costa la seguridad de buen tiempo. Y así fue.

Desde el principio en Deba lucimos pantalones cortos y mangas cortas. Tuvimos que darnos la protección solar correspondiente porque el día prometía sol continuo.

Unos empezamos la excursión en Deba y otros llevaron la furgoneta a Mutriku, allí la dejaron para la vuelta y salieron en dirección a Deba para encontrarnos en el camino.

El tiempo acompañó, acierto del jefe, y fuimos haciendo sube y baja entre bosques, de pinos y robles, helechos, pistas de cemento y asfalto.

Todo ello acompañado de las vistas al Cantábrico. Hoy era una excursión diferente pero variada.

Fuimos de un tirón, parando sólo cuando nos encontramos los dos grupos para comer los higos de rigor, unos mejores que otros.

Así pasamos la playa de Saturrarán, llegando hasta cerca de la de Ondarru. Allí almorzamos la fruta correspondiente, hoy no tocaba bocata, luego había comida en Mutriku.

Volvimos sobre nuestros pasos a Saturrarán, lugar de triste memoria por la cárcel dónde murieron 116 mujeres y 57 niños, que estuvo activa entre 1.938-1.944 y que recuerda un monolito.

Entramos en la playa para ver el Flysch, que nos incitó el explorador del grupo, el jefe.

Tienen acondicionado un pequeño paseo junto a las rocas que lleva a una pequeña playa, y desde el camino se ven las formaciones del Flysch.

Una vez hecha la visita cultural del día volvimos por el mismo camino de ida, esta vez no hicimos circular.

La llegada a la furgoneta en Mutriku, estuvo muy celebrado. Los chóferes la habían aparcado junto a una piscina artificial hecha en la bocana del puerto. Aunque a la ida alguno dijo que vio el agua de un color algo amarillento, pero cuando llegamos había subido la marea y el agua nueva que había entrado la había dejado totalmente cristalina.

Después de un refrescante chapuzón, tocaba ir a comer. Habíamos reservado mesa en la plaza junto a la iglesia y el ayuntamiento.

Fuimos pidiendo los platos, nos los fueron poniendo en la mesa y algún salsero intentó colaborar en la recogida, pero tuvo que poner la marcha atrás y levantar las manos al oir un claro "quieto!!! deja los platos en su sitio!!!, que nos recordó a otro consejo antigüo "menos gritos milagritos". Como entonces, salieron a relucir todas las bromas posibles. Con el camarero como protagonista.

Comimos muy a gusto y bebimos, sin más.

La vuelta tranquila como siempre con un buen chófer, conduciendo y dando conversación para que no nos atrapara la siesta. Alguno cerró los ojos pero sólo para relajarse.

Datos:

Distancia: 15,4 km.

Desnivel: 638 m.

Tiempo total: 4 h 18'

Tiempo parados: 38'